Antes de juntarme con las criaturas con las que me junto desde hace aproximadamente, así por encima, un año, seis meses y 10 días, cuando estaba en una fiesta, me daba cuenta claramente de que estaba en una fiesta. Desde entonces, y debido a la idiosincrasia de estas personas, una ya no sabe cuando está en una fiesta y cuando no.
Os pondré un ejemplo, yo antes, cuando veía una botella de cava, lo tenía claro. Eso era una fiesta. O cuando veías encima de una mesa más de tres tipos diferentes de comida, también estaba claro que era una fiesta. Pero claro, resulta que ahora, he descubierto que el cava se puede tomar en cualquier ocasión, no sólo porque existan cavas de muy decente calidad y a un precio asequible, no, es que por lo visto, el cava es un vino, y se puede beber mientras comes, y no sólo para brindar al final. Yo me quedo muerta.
Además, por lo visto se puede uno levantar el domingo casi al mediodía, llamar a unos amigos para que se vengan a comer a casa papas fritas con huevos, y que se traigan lo que fueran a comer ellos metido en un taper. Uno llama al otro, que llama al otro, todos con la misma operación, y al final, tú que estabas en pijama y has llamado a 2 personas, resulta que juntas en tu casa a más de 10, sigues en pijama, y has montado una fiesta sin darte cuenta (y hay gente que contrata para eso a organizadores de eventos, y les paga).
Como podréis comprobar, así no hay quien se aclare. Nunca se sabe si vas a hacer una llamada y va a acabar la cosa en una fiesta. La verdad es que a veces, cuando no tienes muchas ganas de jaleo, hasta te da miedo llamar.
Y yo alucino, porque a mi siempre me ha gustado celebrar mi cumpleaños con una o, casi siempre, más de una reunión de amigos. Y siempre me ponía muy nerviosa a la hora de organizar, para que todo estuviera perfecto, que no faltara nada, y fuera una perfecta anfitriona. Ahora me he dado cuenta de que, ni hace falta tanta organización para que una fiesta sea divertida, ni las fiestas tan pensadas y organizadas acaban siendo como nos la esperábamos.
Con ello, lo que os quiero decir es que, no dejéis de llamar a la gente que queréis para compartir momentos, porque tu casa no esté perfectamente limpia y ordenada, o porque no hayas hecho una gran preparación para tal evento. Una fiesta se organiza con nada si todos ponen algo de su parte, y casi siempre, de esta forma, es mucho más divertida.
Disfruta, vive, comparte, quiere y sé feliz al lado de la gente que te quiere.
Es q somos unos-as. maquinas de organizar fiesta sin organizacion ninguna,jejjeje
ResponderEliminarEstas a punto de llegar a las 1500, fiesta fiesta fiesta...... No se si hoy o mañana iré al centro a comprar zapatos y el regalito que quedó pendiente.
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