Todo
el mundo ha dicho en algún momento de su vida que quiere ser rico.
Pero claro, como para todo en esta vida, existen muy diferentes
valoraciones al respecto. Lo que para una persona puede significar
ser rico, puede no tener nada que ver con la percepción de ser rico
para otra persona.
En
alguna ocasión he escuchado que ser rico es no mirar el precio a las
cosas cuando las estás comprando. Sin duda una definición
completamente materialista del asunto.
En
otra ocasión escuché que ser rico es disponer del tiempo suficiente
para hacer lo que te gusta, sin tener que ocupar ese tiempo en
trabajar. Visto así, es una cuestión de tiempo. Pero hay gente que
tiene tiempo y dinero, y no me parecen especialmente ricos, bien
porque no tengan hobbies o porque no le saquen partido a su tiempo libre.
Muy
extendida es la idea de que ser rico es tener grandes casas, grandes
coches, yates...pero hay gente que tiene todo eso, y sin embargo, se
ve a leguas que no disfruta de ellos. ¿De verdad merece la pena ser
rico de ese modo para luego no disfrutarlo?
Mi
definición de ser rico no la tengo muy clara. Sin duda es una mezcla
de alguna de ellas.
Lo
que tampoco tenemos muy claro es la forma de hacerse ricos. Hay gente
que siempre ha defendido la idea de que la persona tiene que hacerse
rico con su trabajo, para ser conscientes del valor del mismo. Esto
es para descojonarse con las nuevas condiciones laborales que se
están poniendo de moda desde nuestro gobierno actual. Descartado.
Otra
forma es tener un pequeño negocio. Claro está que si miramos a
nuestro alrededor, los autónomos y pequeños empresarios, ricos,
ricos no son. Tenemos que irnos a los empresarios que tienen a su
cargo unos pocos de trabajadores. Y aquí llega el problema. Cuando
llegas a este nivel, corres el grandísimo riesgo de convertirte en
un típico empresario negrero y explotador. Cosa que se aleja
completamente de nuestra idea de ser rico. Si explotas a los demás y
tienes una mijita de conciencia, ya no disfrutas de ese dinero.
Descartado.
Ya
sólo nos quedan los juegos de azar. Sin duda es la única forma en
que para que tú seas rico, no tienen que perder poder adquisitivo
otros. Lo malo es que si tienes los hábitos de juego que nosotros
tenemos, difícil. En fin, no lo tengo claro.
Sin duda, para mí (y para un tio muy inteligente que me acompaña en la vida), la
mejor forma es el talento, la habilidad, la creatividad. El tener una
gran idea cuando otros no la tienen y saber llevarla a cabo. Pero
claro, tienes que encontrar tu destreza, tu habilidad, tu punto de
diferenciación.
Pero
con lo que estamos de acuerdo es con una gran teoría, que adoptamos
justo cuando la escuchamos, salida de boca de un grandísimo pensado,
poeta y artista, como es El Chipi, de la Canalla, que dice que hay
que ser rico menos un euro. Llega un momento en la vida de muchas
personas, que, siendo normal, empiezan a tener algo de dinero, y
automáticamente se vuelven idiotas, empiezan a juntarse con idiotas
y a decir idioteces. Eso es que se han pasado un euro.
El secreto
está en darte cuenta donde cada uno tiene su límite y quedarse con
un euro menos. El euro que te permite disfrutar de ese estado de
comodidad que te da el no tener que preocuparte por como ganarte la
vida, y te permite disfrutar de las pequeñas cosas que no se compran
con dinero.
Esa
creo que es la verdadera medida de la justa riqueza. Disfrutar de
tiempo, de tus aficiones, poder disfrutar con tus seres queridos, y
todo ello sin volverte idiota y sabiendo ser feliz con las pequeñas
cosas. Sin duda, una meta a alcanzar. Busca tu habilidad, tu
destreza, explótala con creatividad y dignidad, y busca tu justa
medida de riqueza.