viernes, 29 de junio de 2012

Quién elige a quién



Ayer estuve con un grupo de amigas de dia de piscina, y una de ellas se casa en junio del año próximo. Todas nos alegramos mucho, por la vida en común que van a iniciar, y sinceramente, porque tenemos un año de margen para preparar modelito, que es un margen bastante razonable. Como era de esperar, salió el tema del traje de novia. Y como no, el típico tópico de "Tu no encuentras traje de novia, el traje te encuentra a ti".
...
Silencio.
...
¿Lo digo o no lo digo?
...
Mejor cállate.
Menos mal que me callé, porque todas siguieron hablando y corroborando que eso era una gran verdad. 
...
Para una persona como yo, que no sabe seguro si algún día se casará (principalmente porque si algo está bien, o muy bien, tal como está, tampoco hay necesidad de cambiarlo) y si algún día me caso, casi casi seguro que no va a ser una boda al uso, hablar de trajes de novia que eligen a las novias, la verdad, me resulta una tanto pasteloso, incluso empalagoso. 

Pero claro, esa es mi forma de pensar. Y realmente, si no me hace excesiva ilusión casarme, lo más normal es que lo trajes de novia no tengan en mi un efecto tan atractivo como para una novia normal. 

Me paré a pensar, y lo vi claro. Lo entendí. A ellas les pasa al pasar por delante de la tienda de novias, lo que a mi me pasa cuando paso por delante de una tienda de telas, o de retales, o de tapicerias o algo similar. Me las llevaría todas, me encanta, pasar, entrar, mirar, tocar, imaginarmelas en un bolso, un vestido, una flada, un pañuelo. 

Pero claro, miras, entras, tocas, pero llegas ente esa tela que te mira, como si le salieran unos ojitos y una boquita que te dicen :"Soy yo, no busques más, llévame". La has encontrado. Te la tienes que llevar. Ahora entiendo a las novias. Y ojo, no seré yo quien diga "de este agua no beberé", que igual cuando decidamos casarnos, me pasa lo mismo que a todas esas novias elegidas por un vestido.


Mientras tanto, yo os cuento mis experiencias con las telas. Algo similar me pasó al descubrir mi tela de bandera. "Las meninas". Fue verla y tenerlo claro. Ésta es mi tela. 


Desde entonces, la utilizo en casi todas las cosas que creo, tanto en negra como en blanca.
 

 Aquí la podeis ver en bolsos, en mochilas, y mi producto estrella, conocido entre los amantes de la pintura: las fundas para pinceles.
 
  
Y su adaptación al uso de las "maris" modernas: la cómoda funda para maquillaje, para tenerlo todo ordenado y a mano.

 Lo que yo os diga, cuando algo te atrapa, sea un vestido de novia, una tela, una amistad, un amor, ... no puedes hacer nada por evitarlo. Te han pillao.

Mañana más...

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