Como ya sabréis, este fin de semana se ha celerado Artemercado en la plaza de abastos de Morón de la Frontera. Han sido 30 artesanos y artista los que han mostrado sus trabajos, unidos a 7 empresarios que han ofrecido sus productos en una feria del stock paralela y en el mismo entorno.
No se cual ha sido la razón, pero entre el buen tiempo, que ha hecho que la gente tuviera ganas de salir a la calle y darse un paseito por la plaza y que la actitud de todos los expositores ha sido muy positiva, el ambiente en la plaza estos días ha sido espectacular. Daba gusto estar allí. La gente paseando, preguntando por los productos, algunos artesanos trabajando, los niños correteando sin miedo a la los peligros de la calle, el churrero haciendo churros por cuenta, el chico del bar poniendo botellines fresquitos, degustaciones de chacina, los productos ecológicos... ¡¡Que alegría!! y que pena que no sea así todo el tiempo.
Es la frase que más se ha escuchado en todo el fin de semana ¡Qué pena que no sea así todo el año! y viniendo de todas las partes: vendedores, clientes, políticos. Es un sentir general, la pena que da que no tenga más vida este sitio tan emblemático de Morón. Desde la parte que me toca, yo voy a poner mi granito de arena para que esta plaza tenga un poquito más de vida y, quién sabe si dentro de un tiempo podemos ver la plaza como las de otras ciudades, llenas de puestos y con miles de visitas diarias.
En definitiva, todos los participantes de este Artemercado nos hemos ido con una buena sensación y con muchas ganas de repetir. Buen ambiente y buena convivencia entre todos.
Y como lo prometido es deuda, os iba a mostrar mis últimas creaciones para la ocasión, para los que no las visteis en directo, pero mis habilidades con la tecnología no han hecho posible que sea ahora mismo. Esta tarde lo intentaré de nuevo a ver si esta vez gano yo.
Hasta entonces, besos y abrazos a tod@s.
martes, 16 de abril de 2013
lunes, 8 de abril de 2013
Lo mio es un problema de organización
Lo mio es un problema de organización. Lo tengo clarísimo. Porque siempre salto con que a mi me faltan horas en el día, y no es cierto. Las horas son las que son, y la gente normal las distribuye de una forma coherente, pero yo pienso que puedo encajar en esas 24 horas 7 millones de actividades y eso no es verdad. No se puede. Ni con calzador. Ni por más que aprietes los minutos, van a caber más de 60 en una hora. Esta es la conclusión, y ahora os cuento mis últimos meses.
Volví de Barcelona a finales de enero, cargadita de telas y de ilusión, con nuevas ideas y nuevos patrones, para hacer muchos bolsos, y deseando empezar. Volví a la cruda realidad y volví a mi trabajo que cansa física y psicológicamente. Volví con la idea de empezar los nuevos proyectos cuanto antes, pero al mismo tiempo, llegaron un alubión de encargos de mis bolsos tradicionales. Así he ido peleándome con el reloj entre días de descanso y horas libres, para cumplir con mis clientas y con mis obligaciones laborales.
Y llegó Semana Santa, y llegaron los encargos de primavera, y llegaron las fiestas de guardar y no guardar, la Fiesta del Ateo (que tradicionalmente celebramos en la terraza el Domingo de Ramos) y demás obligaciones. Todo embutidito y apretadito en las mismas 24 horas del día de las que hablabamos antes. Ni un minuto que perder para trabajar, coser, disfrutar y compartir con los amigos. Ni un minuto de respiro.
No pudo acabar de otra forma, a la semana siguiente, caí mala en la cama con una bronquitis de ni te menees. Si es que era de esperar. Si es que el cuerpo tiene un límite, si lo sabemos de sobra. Y el cuerpo, como es inteligente, hace que, si tú no tienes luces para frenar, parar y descansar, él mismo te frena y tira a la cama, a ver si aprendes para la próxima.
¿Y tú crees que aprendes? y eso que dicen que el ser humano es un ser racional, que aprende de los errores. Pues será otro el que aprenda, porque yo ni por que me tire a la cama una semana, aprendo para la próxima. De hecho, ya tengo de nuevo la agenda apretada, preparando el próximo evento: Artemercado.
Pensaba poner las fotos de mis últimas creaciones especiales para el evento, pero no las voy a poner. Os voy a dejar con la duda y os voy a invitar a que vengáis a verlos allí. Sólo os diré que no tienen nada que ver con lo anteriormente conocido. Siempre llevan mi toque diferente, eso si, pero son completamente nuevos.
Así termino, invitándoos a que paséis por la Plaza de Abastos del 12 al 14 de abril para visitar Artemercado y deseando de corazón que no os pase como a mi, y seáis capaces de vivir la vida sin pensar en multiplicar las horas del día, sino sabiendo organizaros de forma coherente. Respirando y siendo felices.
Un beso a tod@s. Nos vemos en Artemercado.
Volví de Barcelona a finales de enero, cargadita de telas y de ilusión, con nuevas ideas y nuevos patrones, para hacer muchos bolsos, y deseando empezar. Volví a la cruda realidad y volví a mi trabajo que cansa física y psicológicamente. Volví con la idea de empezar los nuevos proyectos cuanto antes, pero al mismo tiempo, llegaron un alubión de encargos de mis bolsos tradicionales. Así he ido peleándome con el reloj entre días de descanso y horas libres, para cumplir con mis clientas y con mis obligaciones laborales.
Y llegó Semana Santa, y llegaron los encargos de primavera, y llegaron las fiestas de guardar y no guardar, la Fiesta del Ateo (que tradicionalmente celebramos en la terraza el Domingo de Ramos) y demás obligaciones. Todo embutidito y apretadito en las mismas 24 horas del día de las que hablabamos antes. Ni un minuto que perder para trabajar, coser, disfrutar y compartir con los amigos. Ni un minuto de respiro.
No pudo acabar de otra forma, a la semana siguiente, caí mala en la cama con una bronquitis de ni te menees. Si es que era de esperar. Si es que el cuerpo tiene un límite, si lo sabemos de sobra. Y el cuerpo, como es inteligente, hace que, si tú no tienes luces para frenar, parar y descansar, él mismo te frena y tira a la cama, a ver si aprendes para la próxima.
¿Y tú crees que aprendes? y eso que dicen que el ser humano es un ser racional, que aprende de los errores. Pues será otro el que aprenda, porque yo ni por que me tire a la cama una semana, aprendo para la próxima. De hecho, ya tengo de nuevo la agenda apretada, preparando el próximo evento: Artemercado.
Pensaba poner las fotos de mis últimas creaciones especiales para el evento, pero no las voy a poner. Os voy a dejar con la duda y os voy a invitar a que vengáis a verlos allí. Sólo os diré que no tienen nada que ver con lo anteriormente conocido. Siempre llevan mi toque diferente, eso si, pero son completamente nuevos.
Así termino, invitándoos a que paséis por la Plaza de Abastos del 12 al 14 de abril para visitar Artemercado y deseando de corazón que no os pase como a mi, y seáis capaces de vivir la vida sin pensar en multiplicar las horas del día, sino sabiendo organizaros de forma coherente. Respirando y siendo felices.
Un beso a tod@s. Nos vemos en Artemercado.
viernes, 25 de enero de 2013
Esto es más grande que Barcelona
Buenos días a todos. Como ya sabreis algunos, Pedro y yo, hemos estado cinco días en Barcelona, y como era de esperar, traigo millones de cosas que contaros.
Para empezar, nada más llegar a Barcelona, soltamos los tiestos en la pensión y nos tiramos a la calle, como era de esperar. Todo un acierto lo de la pensión, por cierto: habitación y baño decentes, modernos y limpios, tranquila, y con unos recepcionistas "apañaísimos". A dos paradas de metro de cualquier sitio al que vayas y un precio de risa. Pensión Ninot. Sin duda, repetiría.
Para empezar, nada más llegar a Barcelona, soltamos los tiestos en la pensión y nos tiramos a la calle, como era de esperar. Todo un acierto lo de la pensión, por cierto: habitación y baño decentes, modernos y limpios, tranquila, y con unos recepcionistas "apañaísimos". A dos paradas de metro de cualquier sitio al que vayas y un precio de risa. Pensión Ninot. Sin duda, repetiría.
Como os decía. Nos tiramos a la calle y pensamos: sábado al mediodía, paseito por la Rambla hacia el Mercado de la Boquería y cervecita, es lo que procede. Efectivamente. Nos encajamos en el sitio, y al llegar al mercado... ¡¡no me lo puedo creer!! una chica de Fuentes. ¿Y dicen que Barcelona es grande? pues será para otros, porque los de Fuentes nos encontramos rápido, jajaja, Estas cosas nada más me pasan a mí.
Impresionante el mercado de la Boqueria, como impresionantes el resto de mercados que nos fuimos encontrando por el camino. Es el paraiso para cualquier "mari" como yo. Calles y calles repletas de puestos, perfectamente colocados, llenos hasta los topes de apetitosas viandas. Casi me da un infarto al disfrutar de aquella estampa.
Al salir del mercado, nos fuimos para el Barrio Gótico, y ahí cambió por completo el viaje. Este barrio, además de ser un espectáculo visual, acoge en sus calles millones de microtiendas chulísimas, originales, diferentes, modernas, cuquis, ñoñas, minimalistas, recargadas, heavies, hippies, artesanales, de importación, sencillas, enormes...Hay de todo y en todas quieres, NO, necesitas entrar. Tardamos 2 tiendas en decidir que ibamos a mandar un paquete para atrás, ya que nuestros amigos los rayaneres no colaboran mucho en aquello del traslado de equipajes y del sobrepeso y la facturación.
Casi me vuelvo loca por esas calles, comprando ropa, lámparas, y anotando referencias de tiendas de tela. Porque esa es otra, pronto descubrí que Barcelona es el paraiso de las compradoras compulsivas de telas. ¡Vaya variedad, y vaya precios! Tiendas del tamaño de un campo de fútbol llenas de mesas y estanterias como rollos y rollos de telas a cual más chula.
Como os podreis imaginar, el resto del viaje, se desarrolló combinando visitas de guiri total, con visitas a tiendas de telas, patchwork, manualidades y demases. Y ese santo varón que tengo por novio, aguantando estoicamente elecciones interminables, caminatas, traslados en metro, además de cargar con gran parte de la compra. Si es que no me lo merezco.
Eso sí, no espereis encontrar millones de sitios donde ir a terminar el día de compras con una cerveza en la mano y una copita después, no. Barcelona "echa el candao" cuando cierran las tiendas y a las 10 de la noche esta todo como en Sevilla a las 2 de la mañana. Sólo si buscas un poco te encuentras una tasca de tiraos como nosotros o de estudiantes, en los que te puedes tomar la última. ¡¡Ah!! lo mejor de todo es que en esos bares, ademas de tomarte una cerveza o una copa, siempre tienen algo tipo bocata para picar. Está genial.
Y llegó el último día. Y sobre la estantería de la habitación ya no cabía una bolsa más. Se acumulaban por los suelos. Pedimos una caja en el super de abajo y al quitar las bolsas y ver todas las chulerias que había comprado y ponerlas todas una encima de otra dentro de la caja, parecía un niño el día de reyes, cuando junta todos sus juguetes y los mira con sus pequeños ojitos. Nos fuimos caja al hombro para Correos (no veas lo que te clavan los de mensajería por una caja de 12 kg) y cuando ya lo teníamos todo preparado y pagado, le pregunto a la chica cuanto tiempo tadaría...¡¡¡NO PODRÁ SER!!! No me llega la caja hasta el miércoles que viene...
No puedo vivir sin mis telas preciosas hasta el miércoles. Desolada me hayo. Triste y ojerosa.
No veas cuando lleguen, la que voy a liar. Ya os las enseñaré detalladamente, para que os enamoreis igual que me enamoré yo.
Hasta entonces.
Y llegó el último día. Y sobre la estantería de la habitación ya no cabía una bolsa más. Se acumulaban por los suelos. Pedimos una caja en el super de abajo y al quitar las bolsas y ver todas las chulerias que había comprado y ponerlas todas una encima de otra dentro de la caja, parecía un niño el día de reyes, cuando junta todos sus juguetes y los mira con sus pequeños ojitos. Nos fuimos caja al hombro para Correos (no veas lo que te clavan los de mensajería por una caja de 12 kg) y cuando ya lo teníamos todo preparado y pagado, le pregunto a la chica cuanto tiempo tadaría...¡¡¡NO PODRÁ SER!!! No me llega la caja hasta el miércoles que viene...
No puedo vivir sin mis telas preciosas hasta el miércoles. Desolada me hayo. Triste y ojerosa.
No veas cuando lleguen, la que voy a liar. Ya os las enseñaré detalladamente, para que os enamoreis igual que me enamoré yo.
Hasta entonces.
viernes, 11 de enero de 2013
A mí me dan miedo los niños, ¿a ti no?
Hola a todos de nuevo. Sé que me hago de rogar, pero he tenido una temporada de adaptación a mi nuevo estado laboral y aun sigo en ella. ¿sabeis eso de que el trabajo dignifica y realiza a la persona? sí, claro. En los tiempos que corren, uno no se puede quejar por trabajar, pero como estar en casa con tus cosas y tus lios no hay nada.
En fín, como ya me voy centrando y adaptándome a vivir con mi dolor (en el dedo accidentado), me han dado ganas de compartir con vosotr@s, uno de estos pensamientos que me rondan la cabeza.
A mí me dan mucho miedo los niños. No miedo en plan de que te encuentras un carrito por la calle y te cruzas de acera. De ese no. Miedo en plan: Dios mio, que responsabilidad tan grande esa de ser padre y que poco preparados estan algunos, y sin embargo lo son.
Hay un dicho popular que dice: "es más fácil que hacer un chiquillo". Tenemos claro que hacerlos es muy fácil, pero lo difícil es lo que viene después. No sólo es que te cambie la vida, tengas que dejar de trasnochar, hacer lo que te plazca, vivir ordenada o desordenadamente, según las circunstancias...No, ahora tienes que dejar de vivir para ti y, al menos durante un tiempo, vivir pendiente de una criatura que no te deja dormir, que te tiene pendiente del reloj, que llora y no sabes por qué y que depende de ti para todo.
Además, desde el principio, tienes que decidir entre ser un padre recto y autoritario o ser un padre razonador y permisivo. Y cuando pasan los años y tu hijo es más grande que un trinquete, te dice que lo que tú hiciste (con toda la buena voluntad del mundo) lo ha marcado desde pequeño, y ha hecho que tenga complejo de no se qué o de no se cuál. Tócate las narices.
Y lo más gracioso es que miras a tu alrededor, y cualquiera es padre, y todo eso no se lo plantea, y ves actuaciones que claman al cielo, y no pasa nada, y te planteas: ¿podré yo ser madre algún día y meter la pata y no darme cuenta?
A eso se le añade, que tener un hijo ya es un gasto económico y mental añadido, desde ahora y hasta dentro de (con suerte) 30 años.
Entonces qué, ¿dan miedo o no dan miedo los niños?
Yo supongo que, llega un momento en la vida, que te salta un click, o te pica un insecto, o algo pasa, que te quita la lucidez para pensar en todas estas cosas, o hace que no les des tanta importancia, y te entran ganas de ser padre o madre. Supongo que a mí también me llegará ese momento. Mientras tanto me siguen dando mucho miedo.
Menos mal, que a la gente a mi alrededor, le pica el insecto o le salta el click, y sigue decidiendo tener niños preciosos, gorditos, encantadores, que comen y duermen, en sus carritos, en sus cunitas, que echan sonrisas y carcajadas y a la gente de alrededor se le cae la baba...
Para una de esas lindas criaturas ha sido una de mis últimas creaciones: un bolso para el carrito de la pequeña Adriana.
Con forro interior celeste, que combina con el exterior, y cómoda cremallera.
En el interior lleva separadores para colocar biberones, cremitas y accesorios de bebé.
¡¡Que lo disfruteis familia!!
Un abrazo a tod@, hasta la próxima.
En fín, como ya me voy centrando y adaptándome a vivir con mi dolor (en el dedo accidentado), me han dado ganas de compartir con vosotr@s, uno de estos pensamientos que me rondan la cabeza.
A mí me dan mucho miedo los niños. No miedo en plan de que te encuentras un carrito por la calle y te cruzas de acera. De ese no. Miedo en plan: Dios mio, que responsabilidad tan grande esa de ser padre y que poco preparados estan algunos, y sin embargo lo son.
Hay un dicho popular que dice: "es más fácil que hacer un chiquillo". Tenemos claro que hacerlos es muy fácil, pero lo difícil es lo que viene después. No sólo es que te cambie la vida, tengas que dejar de trasnochar, hacer lo que te plazca, vivir ordenada o desordenadamente, según las circunstancias...No, ahora tienes que dejar de vivir para ti y, al menos durante un tiempo, vivir pendiente de una criatura que no te deja dormir, que te tiene pendiente del reloj, que llora y no sabes por qué y que depende de ti para todo.
Además, desde el principio, tienes que decidir entre ser un padre recto y autoritario o ser un padre razonador y permisivo. Y cuando pasan los años y tu hijo es más grande que un trinquete, te dice que lo que tú hiciste (con toda la buena voluntad del mundo) lo ha marcado desde pequeño, y ha hecho que tenga complejo de no se qué o de no se cuál. Tócate las narices.
Y lo más gracioso es que miras a tu alrededor, y cualquiera es padre, y todo eso no se lo plantea, y ves actuaciones que claman al cielo, y no pasa nada, y te planteas: ¿podré yo ser madre algún día y meter la pata y no darme cuenta?
A eso se le añade, que tener un hijo ya es un gasto económico y mental añadido, desde ahora y hasta dentro de (con suerte) 30 años.
Entonces qué, ¿dan miedo o no dan miedo los niños?
Yo supongo que, llega un momento en la vida, que te salta un click, o te pica un insecto, o algo pasa, que te quita la lucidez para pensar en todas estas cosas, o hace que no les des tanta importancia, y te entran ganas de ser padre o madre. Supongo que a mí también me llegará ese momento. Mientras tanto me siguen dando mucho miedo.
Menos mal, que a la gente a mi alrededor, le pica el insecto o le salta el click, y sigue decidiendo tener niños preciosos, gorditos, encantadores, que comen y duermen, en sus carritos, en sus cunitas, que echan sonrisas y carcajadas y a la gente de alrededor se le cae la baba...
Para una de esas lindas criaturas ha sido una de mis últimas creaciones: un bolso para el carrito de la pequeña Adriana.
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Monada de bolso acolchado. La tela la eligió la mamá con gran acierto. |
Con forro interior celeste, que combina con el exterior, y cómoda cremallera.
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Con tapeta y asa larga ancha para mayor comodidad. |
En el interior lleva separadores para colocar biberones, cremitas y accesorios de bebé.
¡¡Que lo disfruteis familia!!
Un abrazo a tod@, hasta la próxima.
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