¡¡Dios mio que calor!! si es que sólo encender el ordenador y parece que hace más calor todavía. Espero que, como yo, estéis buscando en estos días, rincones fresquitos debajo de aires acondicionados de 3 millones de frigorías, piscinas a la sombra, playas entoldadas y casas con paredes de un metro de anchas, porque si no no hay quien soporte esto.
Si es que así no se puede ni hacer turismo. Una que quiere colaborar en paliar los efectos del miedo producido por la crisis inventada en la que vivimos, y colabora en lo que puede en seguir fomentando el turismo doméstico, es decir, de fronteras "padentro", y es que se me quitan las ganitas de vivir, cuando piso la puerta de la calle entre las 10 de la mañana y las 10 de la noche. Es que no se puede respirar. Que arte, esta mañana, en mi sesión de ejercicios matutinos andando por el parque Miraflores, me he emocionado y todo porque corría una mijita de aire casi caliente, que no caliente del todo. Qué ilusión.
Pues claro, aun así y todo, hacemos planes para los fines de semana, para visitar pueblitos bonitos, cerquita de la costa y nos echamos a la calle, por aquello de conocer un poco el pueblo que visitas. Para vernos: "¡Qué casa más bonitas!, ¡qué rincón más pintoresco!, ¡qué calooooor!, ¡qué fachada más auténtica!, ¡ponte ahí que te hago una foto!, ¡qué caloooooor!, ¡qué iglesia más barroca!, ¡qué castillo más mudéjar!, ¡que me muero de calooooooor!"
Hasta que a lo lejos vemos un espejismo, un sueño hecho realidad: un bar. Nos vamos acercando y pidiendo por favor que sea el bar que tenga la cerveza más fría del pueblo. Y al llegar...la perfección: Tasca típica de pueblo, con barra alicatada con azulejo de cuarto de baño setentero, y encimera metálica, que un día fue brillante y ahora tiene el brillo comido por los fletes que le pega el camarero con la típica balleta de bar. Tras la barra, la tercera generación de propietarios, con su buena camisa blanca de mangas cortas y su amabilidad adquirida desde chiquitito, que cuando te das cuenta, está acompañado por la segunda, y la primera generación de propietarios, que andan por ahí revisando los manteles del salón, ordenando en la cocina, etc. Son además el tipo de bares donde se comen las mejores tapas caseras del mundo entero, elaboradas por supuesto por la mujer del de la segunda generación de propietarios, madre del camarero, que aprendió las recetas de su suegra, cuando se caso con su hijo y se metió en la cocina del bar a echar una mano.
Además los habitantes de este tipo de bares también merecen una mención especial. Suele haber siempre un par de jubilados con su vasito de vino, que es a los que le tienes que preguntar si buscas una dirección o llegar a un sitio en concreto, porque casi siempre suelen contarte una historia curiosa o incluso salir de pelea con su acompañante: "Anda Manuel, que te vas a morir sin salir del pueblo, y todavía no sabes andar por él". Todo esto en un perfecto acento cerrado de la zona a la que corresponda.
Efectivamente, era la cerveza más fría de todo el pueblo. Y si además tienes la suerte de que este pueblo se encuentre en la provincia de Granada, te ponen unas cacho de tapas caseras, buenísimas, que con 2 cervezas estas comido. Espectacular.
Ya sabéis seguro a que tipo de bar me refiero. Me encantan. Y seguro que vosotros conocéis bares de estos en muchos pueblos. Lo difícil es encontrarlos. Por eso mismo necesitamos vuestra colaboración: Vosotros me contáis cual es el bar alicatado que conocéis de vuestro pueblo, ciudad o del pueblo que visitasteis en aquella ocasión y que os dejo marcado para siempre y, por cada uno que vosotros nombreis, os nombraré yo otro.
Lo de alicatado, entendédme, es una forma de hablar. Me refiero al típico bar de cerveza helada y tapa casera exquisita. Igualmente, me valen tascas de telaraña en el techo, serrín en el suelo y papelón de estraza. Hagamos una red de bares dignos de visitar y entre todos pondremos en valor a la tasca y defenderemos la supervivencia de la tradición tabernera de nuestro país.
El bar del que os he hablado es el "Bar La Peseta", en Salobreña, provincia de Granada.
Espero los vuestros. No me dejéis con las ganas, que yo tengo unos pocos ya guardados en la recámara.
¡¡Animaos y participad!!
lunes, 20 de agosto de 2012
lunes, 6 de agosto de 2012
¡¡Qué me gustan a mi los Juegos Olímpicos!!
¡¡Qué
me gustan a mi los Juegos Olímpicos!! Yo no soy persona de poner
nunca la tele por la mañana (como buena Mari moderna, por la mañana
hay muchas cosas que hacer como para ponerse una a ver la tele), pero
ahora que Pedro está de vacaciones, se levanta y pone la tele a ver
que competición está en marcha. La cosa tiene todo el arte. Todo el
día con deportes. Y no es que a mi me gusten los deportes. El resto
de los cuatro años, no me verás tu a mi viendo deporte ninguno, a
no ser que sea el mundial o la Eurocopa de fútbol, y hayamos quedado
todos para echar un rato.
Pero es
que lo que me pasa a mi con los Juegos Olímpicos es aun más grave.
Me meto tanto en el papel, que sufro como los deportistas. Ayer me
quedo dormida a la hora de la siesta y me despierto “arrecía”.
Miro la tele, y estaban echando la natación sincronizada. ¿No voy a
estar “arrecía”, si llevo un buen rato en el agua. Y además
cuando sales del agua, te tienes que poner allí en el podio, muy
tiesa, y no te dan una toallita ni nada. “Arrecía” que me quedé.
Al rato,
después de estar viendo los saltos de la gimnasia artísticas, el
salto del potro que todos hemos hecho en el colegio, pero con tres
mortales para adelante y cayendo clavada como una alcayata, (que por
cierto, que no sabía yo que si te caes de culo en la colchoneta, te
puedes llevar una medalla), y me levando del sofá, con un dolor de
tobillos alucinante. Y es que con tanto salto y tanta caída clavada,
me he destrozado los tobillos.
Y es que
ya os lo digo siempre, que todo en exceso es muy malo, empezando por
el trabajo. Esas criaturas, que llevan toda su vida haciendo deporte
y compitiendo a tan alto nivel, al final acaban con las rodillas, los
tobillos, los hombro y las espaldas “echaitas” abajo.
Porque
claro, para ser un deportista de élite, que llega a los Juegos
Olímpicos, es porque te has llevado toda tu vida entrenando 5 horas
al día, pero no sólo el que gana la medalla, el que queda el
último, también se ha pegado las mismas horas entrenando, sólo que
después cuando compite, gana otro.
Y cuando
te retiras, con treinta años, ¿qué haces? Te has perdido toda tu
niñez y tu adolescencia con horarios casi ilegales para niños,
dejándote la piel en los entrenamientos, luchando contra lesiones y
dolores musculares. Y si no llegas a nada, ¿qué? Si no llegas a
competir nunca en unos Juegos Olímpicos, ¿qué?
Es
demasiado esfuerzo para a los treinta quedarte en paro.
Como el
amigo Michael Phelps, que se retira con 27 años. Increíble, no le
cuadra a nadie. Con 22 medallas ganadas. En el mejor momento de su
carrera. Pero lees las razones y lo entiendes. Se retira por
agotamiento y por depresión. ¿No va a estar cansado y deprimido?
Pero
cuando yo más olímpica me siento, mi verdadero homenaje a los
Juegos Olímpicos, la realizo desde hace mucho tiempo. Se trata de
natación sincronizada sin agua. Como buena costurera, tengo mis
dolores lumbares, y al despertarme por la mañana, me cuesta hasta
darme la vuelta. Así que, para engrasarme las bisagras, me pongo a
hacer estiramientos en la cama, cual sirena de la sincronizada, con
el beneficio de que en la cama, no me tengo que tapar la nariz con la
mano, como cuando lo hago en la piscina (yo es que siempre he sido un
pez de plomo). Y con la guasa de la sincronizada sobre colchón de
viscolástica, ya son algunas a las que he impregnado este espíritu
olímpico, y se dedican también a la sincronizada, pero en la
piscina, aunque nada que ver con nuestras campeonas.
jueves, 2 de agosto de 2012
¿Qué es para ti un regalo?
Hola de nuevo a tod@s. Sé que os tengo un poco abandonad@s, y es que con estas temperaturas, estas calores, estos sofocos, a una se le ocurren muchas cosas que hacer, y casi nunca compatibles con tener un ordenador en las manos. Y no es que no haya echado de menos compartir cositas de estas con vosotr@s, es que, como dicen los mayores, de todo quiere Dios un poquito, y como pienso que vosotros estaréis en el mismo plan, os voy a dar un poquito de tregua y daros tiempo entre entrada y entrada, para adaptarlo a este ritmo de vida, de unas cuantas revoluciones de menos, que vivimos en estas fechas.
Dicho esto, al lío.
Hoy me gustaría hablaros de los regalos. Existen muchos tipos de regalos. Están los que te esperas en Navidad, tal como la tradición familiar los determine. El 25 de diciembre, el 6 de enero... según cada casa. Éste suele ser, por aquello de la relativa "obligatoriedad", poco acertados, y con suerte, más prácticos que bonitos. También están los regalos de cumpleaños, que viene a ser como los anteriores, pero en otra fecha.
De esta tipología, claro está, lo más importante es quién es la persona que hace el regalo. Si es un tía abuela o parentesco similar, suele ser calcetines, un pañuelo, o algo similar. ¿A que mujer de más de treinta no le han regalado la típica caja de pañuelitos?. Es que hay gente que no sabe que los pañuelos de papel no existen de toda la vida. Antes, los pañuelos eran de tela y venían en unas cajas extremadamente finas, con una tapa del mismo grosor transparente. Los había bordaditos, blancos de algodón, de dibujitos de colores. Estos últimos, tenían una gran probabilidad de convertirse, al lavarlos, en ásperos y con pelotillas. El efecto que tenían sobre la dulce naricilla de la niña era el mismo que el que produce las servilletas chungas de bar que te "esollan" toda la nariz. Pues así.
Otro tipo de regalo es el que te hace un amigo, que va a algún sitio o pasa por algún lugar, se acuerda de ti y te trae un regalito. Estos suelen ser muy buenos. No tanto en valor económico, como en sentimental. Qué grande es que alguien se acuerde de ti y te traiga una cosita, un detallito. Es alguien que te quiere y que te tiene presente, y que cuando esta disfrutando, está contigo presente. Esto es muy bueno, y así lo siente, el que regala, y el que recibe el regalo.
No confundir dentro de esta tipología, con el típico souvenir de viaje de jubilado que te trae tu madre o tu tía la soltera, que suele ser algo normalmente espantoso (y por supuesto, inútil), con un cartelito con su lugar de procedencia abajo. Y después te das cuenta, cuando viajas al sitio, que el problema no era de la tienda de souvenir que vendía cosas feas, es que tu madre te ha traído lo más feo que tenía la tienda. En fin, tampoco se puede reprochar, la intención es lo que cuenta.
Pero sin duda, para mí, los regalos buenos son otros. Son los que, independientemente del valor económico de los mismos (que pueden tenerlo o no), son los que al hacerlos, sabes que se va con el regalo, un cachito de corazón.
¿Os acordáis cuando os hable, en mi entrada "El encanto de ser una oveja negra", de un grupo de cuatro chicas que hacían un flamenco especial, diferente, que se llamaban Las Migas? Pues anoche tuvimos la suerte de tenerlas en concierto en Sevilla, en un entorno tan espectacular como es el Palacio de la Buhaira.
El concierto fue un regalo (fueraparte del coste de las entradas, porque los músicos aunque hacen arte, también comen). Fue un regalo, y así lo sentimos muchos. La forma que le dan a la música, el gusto con que la hacen, la entrega, esa forma de estar en un escenario, como si te estuvieran enseñando un cachito de su alma... Fue espectacular.
Regalo también son las letras de varias canciones que ha escrito para ellas nuestro querido Chipi de La Canalla. Independientemente de contratos y acuerdos monetarios, que esos a mi no me interesan, cada verso, cada estrofa, parecen un regalo que les hace a ellas, para uso y disfrute de los que tenemos la suerte de escucharlas. A la gente de corazón y a la gente con arte se las reconoce a leguas. Esta noche, si puede ser, compartiremos otro ratito de estos especiales con La Canalla, en el mismo entorno, a la luz de otra luna y al fresquito de las mismas estrellas.
Y ahora os voy a hablar del regalo que me hicieron a mi la semana pasada. Cada "Me gusta" en una foto, en un bolso, es para mí un regalo, es señal de que a la gente le gusta lo que hago, y comparto un cachito de mi con ellos. Pero este regalo fue espectacular. Me lo encontré por casualidad al abrir el facebook, un mensaje que me hablaba de un álbum de fotos. Al principio no sabía muy bien de que iba, porque además lo vi en el teléfono, que es un poquito más incómodo. Pero cuando me di cuenta de lo que era, me iba a dar algo de la alegría.
Mi amiga Sonia, dueña de un bonito Tusein playero de la línea "Urban", le había hecho un reportaje fotográfico al bolso, al más puro estilo del gnomo de Amelie, describiendo las andaduras del mismo en un viaje a las playas de Bolonia...Sin palabras...Espectacular...Qué cosa más graciosa, a la par que artística y con buen gusto. No pude parar de reírme en un buen rato (y eso que estaba sola dentro del coche aparcado en la puerta de la casa de mi hermano. La gente miraba) y no se me quitó la sonrisa de la cara en toda la tarde.
Estos son los grandes regalos. Los que transmiten el corazón de la otra persona. Los que te hacen sentirte bien y quedan grabados en el alma. Además, cuando con ello, se ve reflejado tu trabajo, tu esfuerzo, y es reconocido de algún modo por alguien a quien quieres, el regalo es aun mayor.
Sólo me queda agradecerlo públicamente, una y mil veces, gracias por este bonito regalo. Me ha hecho muy muy feliz.
Aquí lo tenéis, para que vosotros también disfrutéis con este regalo. Es para comérsela (o para odiarla un poco, porque además de ser ingeniosa y simpática, además la tía es repelente de guapa).
Juzgad vosotr@s mism@s:
Os perdéis los comentarios de cada foto, que podéis leer en la página de Tusein creaciones. No tienen desperdicio.
Esto es para mí un regalo. ¿Qué es para ti un regalo?
PD: Ella se va a llevar un premio especial, pero continua en marcha el concurso de fotos con Tusein hasta llegar a los 100 "Me gusta" de la página. Cuelga una foto tuya con tu bolso Tusein y anima a tus amigos a hacerse seguidores de la página. La más original y creativa que tengas. La foto que reciba más "Me gusta", se llevará un kit de "Ponte guapa con Tusein", compuesto por una funda para maquillaje y un neceser Tusein, de la línea de tela que tú elijas. ¡¡Anímate!!
Dicho esto, al lío.
Hoy me gustaría hablaros de los regalos. Existen muchos tipos de regalos. Están los que te esperas en Navidad, tal como la tradición familiar los determine. El 25 de diciembre, el 6 de enero... según cada casa. Éste suele ser, por aquello de la relativa "obligatoriedad", poco acertados, y con suerte, más prácticos que bonitos. También están los regalos de cumpleaños, que viene a ser como los anteriores, pero en otra fecha.
De esta tipología, claro está, lo más importante es quién es la persona que hace el regalo. Si es un tía abuela o parentesco similar, suele ser calcetines, un pañuelo, o algo similar. ¿A que mujer de más de treinta no le han regalado la típica caja de pañuelitos?. Es que hay gente que no sabe que los pañuelos de papel no existen de toda la vida. Antes, los pañuelos eran de tela y venían en unas cajas extremadamente finas, con una tapa del mismo grosor transparente. Los había bordaditos, blancos de algodón, de dibujitos de colores. Estos últimos, tenían una gran probabilidad de convertirse, al lavarlos, en ásperos y con pelotillas. El efecto que tenían sobre la dulce naricilla de la niña era el mismo que el que produce las servilletas chungas de bar que te "esollan" toda la nariz. Pues así.
Otro tipo de regalo es el que te hace un amigo, que va a algún sitio o pasa por algún lugar, se acuerda de ti y te trae un regalito. Estos suelen ser muy buenos. No tanto en valor económico, como en sentimental. Qué grande es que alguien se acuerde de ti y te traiga una cosita, un detallito. Es alguien que te quiere y que te tiene presente, y que cuando esta disfrutando, está contigo presente. Esto es muy bueno, y así lo siente, el que regala, y el que recibe el regalo.
No confundir dentro de esta tipología, con el típico souvenir de viaje de jubilado que te trae tu madre o tu tía la soltera, que suele ser algo normalmente espantoso (y por supuesto, inútil), con un cartelito con su lugar de procedencia abajo. Y después te das cuenta, cuando viajas al sitio, que el problema no era de la tienda de souvenir que vendía cosas feas, es que tu madre te ha traído lo más feo que tenía la tienda. En fin, tampoco se puede reprochar, la intención es lo que cuenta.
Pero sin duda, para mí, los regalos buenos son otros. Son los que, independientemente del valor económico de los mismos (que pueden tenerlo o no), son los que al hacerlos, sabes que se va con el regalo, un cachito de corazón.
¿Os acordáis cuando os hable, en mi entrada "El encanto de ser una oveja negra", de un grupo de cuatro chicas que hacían un flamenco especial, diferente, que se llamaban Las Migas? Pues anoche tuvimos la suerte de tenerlas en concierto en Sevilla, en un entorno tan espectacular como es el Palacio de la Buhaira.
El concierto fue un regalo (fueraparte del coste de las entradas, porque los músicos aunque hacen arte, también comen). Fue un regalo, y así lo sentimos muchos. La forma que le dan a la música, el gusto con que la hacen, la entrega, esa forma de estar en un escenario, como si te estuvieran enseñando un cachito de su alma... Fue espectacular.
Regalo también son las letras de varias canciones que ha escrito para ellas nuestro querido Chipi de La Canalla. Independientemente de contratos y acuerdos monetarios, que esos a mi no me interesan, cada verso, cada estrofa, parecen un regalo que les hace a ellas, para uso y disfrute de los que tenemos la suerte de escucharlas. A la gente de corazón y a la gente con arte se las reconoce a leguas. Esta noche, si puede ser, compartiremos otro ratito de estos especiales con La Canalla, en el mismo entorno, a la luz de otra luna y al fresquito de las mismas estrellas.
Y ahora os voy a hablar del regalo que me hicieron a mi la semana pasada. Cada "Me gusta" en una foto, en un bolso, es para mí un regalo, es señal de que a la gente le gusta lo que hago, y comparto un cachito de mi con ellos. Pero este regalo fue espectacular. Me lo encontré por casualidad al abrir el facebook, un mensaje que me hablaba de un álbum de fotos. Al principio no sabía muy bien de que iba, porque además lo vi en el teléfono, que es un poquito más incómodo. Pero cuando me di cuenta de lo que era, me iba a dar algo de la alegría.
Mi amiga Sonia, dueña de un bonito Tusein playero de la línea "Urban", le había hecho un reportaje fotográfico al bolso, al más puro estilo del gnomo de Amelie, describiendo las andaduras del mismo en un viaje a las playas de Bolonia...Sin palabras...Espectacular...Qué cosa más graciosa, a la par que artística y con buen gusto. No pude parar de reírme en un buen rato (y eso que estaba sola dentro del coche aparcado en la puerta de la casa de mi hermano. La gente miraba) y no se me quitó la sonrisa de la cara en toda la tarde.
Estos son los grandes regalos. Los que transmiten el corazón de la otra persona. Los que te hacen sentirte bien y quedan grabados en el alma. Además, cuando con ello, se ve reflejado tu trabajo, tu esfuerzo, y es reconocido de algún modo por alguien a quien quieres, el regalo es aun mayor.
Sólo me queda agradecerlo públicamente, una y mil veces, gracias por este bonito regalo. Me ha hecho muy muy feliz.
Aquí lo tenéis, para que vosotros también disfrutéis con este regalo. Es para comérsela (o para odiarla un poco, porque además de ser ingeniosa y simpática, además la tía es repelente de guapa).
Juzgad vosotr@s mism@s:
Os perdéis los comentarios de cada foto, que podéis leer en la página de Tusein creaciones. No tienen desperdicio.
Esto es para mí un regalo. ¿Qué es para ti un regalo?
PD: Ella se va a llevar un premio especial, pero continua en marcha el concurso de fotos con Tusein hasta llegar a los 100 "Me gusta" de la página. Cuelga una foto tuya con tu bolso Tusein y anima a tus amigos a hacerse seguidores de la página. La más original y creativa que tengas. La foto que reciba más "Me gusta", se llevará un kit de "Ponte guapa con Tusein", compuesto por una funda para maquillaje y un neceser Tusein, de la línea de tela que tú elijas. ¡¡Anímate!!
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